REFLEXIONES SOBRE EL YASUNÍ ITT: LA POSTERGACIÓN COMO OPCIÓN PARA UN DESARROLLO SOSTENIBLE EN ÉPOCA DE CRISIS


El debate en torno a la Iniciativa Yasuní ITT en Ecuador plantea un dilema ambiental de proporciones significativas. Aunque se inició como un loable esfuerzo para preservar la biodiversidad única y salvaguardar los medios de vida de las comunidades locales, el país enfrenta ahora a desafíos económicos y financieros que requieren una reflexión más profunda. En este contexto, surge la
pregunta ¿la postergación de la decisión de dejar el crudo en tierra emerge como una opción prudente y necesaria dada la crisis actual?; ¿es crucial tomarse el tiempo necesario para revisar a fondo la consulta?, quizás es necesario considerar todas las alternativas disponibles y buscar soluciones que permitan aprovechar
los recursos de manera responsable y equitativa, garantizando así el desarrollo sostenible a largo plazo.

Este tiempo transcurrido desde la consulta del pasado 20 de agosto del 2023, puede ser una oportunidad invaluable para reflexionar, replantear y planificar estratégicamente el futuro del país, especialmente en lo que respecta a la gestión de recursos naturales. Ecuador podría aprovechar este período para promover la
transparencia, evitar la corrupción y planificar el futuro de manera propositiva considerando al menos:

Diálogo y participación: A través de un diálogo inclusivo y participativo que involucre a una amplia gama de actores, incluyendo al gobierno, la sociedad civil, las comunidades indígenas, expertos en ambiente y desarrollo, y el sector privado. Este diálogo puede ayudar a identificar los valores, preocupaciones y prioridades de diversos grupos, así como a construir consenso en torno a objetivos comunes.

Transparencia y rendición de cuentas: Esto es necesario en todas las etapas de la gestión de este recurso, desde las negociaciones de contratos hasta la distribución de ingresos. Esto implica divulgar información relevante al público, permitir el escrutinio de las actividades gubernamentales y petroleras, y tomar medidas firmes contra la corrupción.

Desarrollo sostenible: Adoptar un enfoque de desarrollo sostenible que equilibre las necesidades económicas, sociales y ambientales a largo plazo. Esto implica no solo maximizar los beneficios económicos del crudo del ITT, sino también proteger la biodiversidad del Yasuní, garantizar los derechos de las comunidades
indígenas y mitigar los impactos ambientales de la extracción petrolera.

Planificación estratégica: Realizar una planificación estratégica a largo plazo que considere diversos escenarios y alternativas para el desarrollo del país. Incluyendo la evaluación de opciones de diversificación económica, fomento de la bioeconomía como alternativa presente y futura, así como también la identificación de sectores prioritarios para la inversión, y la elaboración de políticas y regulaciones que promuevan un crecimiento económico inclusivo y sostenible.

Innovación y tecnología: Invertir en innovación y tecnología para mejorar
la eficiencia y la sostenibilidad de la extracción petrolera, así como para
impulsar el desarrollo de sectores no petroleros. Esto debe incluir el uso de
técnicas avanzadas de perforación, la promoción de energías renovables, y
el desarrollo de industrias relacionadas con la economía verde.

Con un esfuerzo mancomunado hacia la transparencia, la planificación sostenible y la participación ciudadana, el país puede sentar las bases para un desarrollo más equitativo, inclusivo y sostenible a largo plazo.